viernes, 28 de noviembre de 2008

Ángel de la Independencia. Ciudad de México, 28 de noviembre de 2008.

En el Ángel de la Independencia. Fotos: Santiago

El 28 de noviembre nos sumamos a la jornada mundial convocada por personalidades públicas, organizaciones civiles y medios de comunicación en Colombia, para rechazar de manera categórica el secuestro. Allí, nos manifestamos también para rechazar la desaparición forzada de personas y toda clase crímenes contra la población civil cometidos por el Estado en nuestro país.

Para nosotros resulta inexcusable que parte de la sociedad colombiana, en especial los gremios económicos, las clases medias urbanas y algunos medios de comunicación, sigan justificando/legitimando en nombre de "la guerra contra el terrorismo" y de la "seguridad democrática" crímenes horrendos contra nosotros y contra nuestras organizaciones políticas y sociales.

Todos los días estudiantes, defensores de los derechos humanos, sindicalistas, indígenas y campesinos son tildados como guerrilleros y delincuentes por manifestar en público su oposición e inconformidad con el régimen político, económico y social, y muchos de ellos son amenazados, desplazados, torturados, desaparecidos o asesinados.

Es por ello que en México nos reunimos el 28 de noviembre en el Angel de la Independencia para manifestaremos en nombre de la vida, la alegría, la justicia y la libertad, contra la intolerancia, el militarismo y el autoritarismo que nos gobierna. "Aquí hay un pueblo digno" para rechazar el proyecto de muerte y cambiarlo por un proyecto de vida, "para que haya buena cosecha, para que haya un futuro bueno para Colombia", como lo señalan las palabras que caminaron hasta aquí desde la Minga Indígena y Popular, reunida el 20 de noviembre de 2008 en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
Frente a la embajada de Colombia. La silueta de un soldado asesinado por el propio Ejército de Colombia y clasificado como guerrillero muerto en combate.
La música que acompaña el tributo a los civiles inocentes asesinados por el EjÉrcito y presentados como muertos en combate.
En esta acción, denunciamos los secuestros y las ejecuciones de civiles inocentes por parte de agentes del Estado.

Cada uno de nosotros asumió el papel de uno de los ejecutados.



miércoles, 26 de noviembre de 2008

Héctor Alirio Martínez, Leonel Goyeneche y Jorge Eduardo Prieto Chamucero. Dirigentes populares asesinados por el Ejército el 5 de agosto de 2004



Héctor Alirio Martínez, dirigente campesino
Leonel Goyeneche Goyeneche, sindicalista
Jorge Eduardo Prieto Chamucero, sindicalista
Asesinados por el Ejército y reportados como muertos en combate el 5 de agosto de 2004

“El Viceprocurador General de la Nación, falló, el pasado 28 de agosto, el proceso disciplinario adelantado contra los militares que el 5 de agosto de 2004 retuvieron y ejecutaron extrajudicialmente a los dirigentes sociales y sindicales araucanos Héctor Alirio Martínez, Leonel Goyeneche Goyeneche Y Jorge Eduardo Prieto Chamucero. La Procuraduría comprobó que militares adscritos al Grupo de Caballería Mecanizado No. 18 Gabriel Revéiz Pizarro del Ejército Nacional, con sede en Saravena, retuvieron, sometieron a indefensión y ejecutaron a los líderes sociales, preparando luego la escena de los hechos para simular que estos eran guerrilleros y habían muerto en combate. (…) El fallo disciplinario representa un paso importante para el esclarecimiento del crimen perpetrado contra los dirigentes sociales araucanos, hecho que en su momento el Vicepresidente de la República Francisco Santos, el Ministro de la Defensa y altos mandos militares, se empecinaron en encubrir al presentar a Héctor Alirio Martínez, Leonel Goyeneche y Jorge Eduardo Prieto como guerrilleros, y la cruel violación a los derechos humanos de la que fueron víctimas como una acción legítima de las Fuerzas Armadas.”

Corporación Minga, PROCURADURÍA DESTITUYE A MILITARES RESPONSABLES DE LA EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL DE LOS TRES SINDICALISTAS DE ARAUCA. 3/09/2008
http://www.colectivodeabogados.org/article.php3?id_article=1417
“Por muerte de sindicalistas en Arauca, destituido 20 años un coronel del Ejército”, Semana (Bogotá): 2/09/2008
http://www.semana.com/noticias-on-line/muerte-sindicalistas-arauca-destituido-20-anos-coronel-del-ejercito/114940.aspx
“¿Sindicalistas o guerrilleros?”, Semana (Bogotá): 8/08/2004
http://www.semana.com/noticias-nacion/sindicalistas-guerrilleros/80907.aspx
«No somos guerrilleros, no representamos a la guerrilla ni a ningún grupo armado legal o ilegal, nadie nos representa, solo nos mueve el dolor, la rabia y la burla de los criminales que disfrutan de sus premios a costa de la tragedia de nuestras familias»
Declaración de un grupo de 60 familiares de 50 víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el departamento del Meta, Colombia, concentrados frente a la Fiscalía General de la Nación en Bogotá el 13 de noviembre de 2008.

martes, 25 de noviembre de 2008

Luis Enrique Devia Gómez, 32 años, mesero. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 16 de junio de 2008

“El 14 de junio fue desaparecido el joven LUIS ENRIQUE DEVIA GÓMEZ en Aguachica, Cesar, cuando un taxista lo llamó y él le avisó al personal de la discoteca donde trabajaba que regresaría enseguida, pero nunca volvió. (…) Mónica Devia, hermana de Luis Enrique, fue a las emisoras locales a denunciar su desaparición, y el martes en la mañana prendió la radio para saber si estaban transmitiendo la información. ‘En combates entre tropas del Batallón de Contraguerrillas 98 y guerrilleros del Eln murió el subversivo Luis Enrique Devia Gómez, de 32 años de edad, quien pertenecía a la compañía Capitán Francisco de dicha organización armada ilegal’, fueron las palabras que, en cambio, escucharon salir del aparato. ‘A nosotros nos dijeron que le habían encontrado una granada en el bolsillo derecho. Que tenía una granada, que era un guerrillero... ¡Por Dios! ¡Si tenía la capacidad de un niño de 9 años!’, expresa Mónica. (…) El Ejército inventó un relato inverosímil: que ‘informaciones de inteligencia’ habían alertado sobre un secuestro que se iba a producir en dicha zona, lo que motivó un operativo preventivo; que al ver acercarse a tres sujetos, se identificaron como militares pero los sujetos corrieron y dispararon, produciéndose un enfrentamiento de 5 minutos, luego del cual hallaron el cadáver de Luis Enrique con una granada en el bolsillo y una escopeta en sus manos. Relato inverosímil pues Luis Enrique sufría epilepsia desde los 9 meses de edad y un consecuente retardo mental, apareciendo con 4 tiros en el pecho hechos de frente, lo cual contradice el relato de ‘la huida’.”

Noche y Niebla (Bogotá): no. 37 (enero-junio 2008)
http://www.nocheyniebla.org/files/u1/37/02presentacion37.pdf
“Brigada 30 del Ejército, en el ojo del huracán. Una brigada con antecedentes”, El Espectador (Bogotá): 25/09/2008
http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso-una-brigada-antecedentes

Orlando Rodríguez Medina, panadero. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 10 de agosto de 2008



Foto: Cambio

—“‘Quiero denunciar que mi hermano fue desaparecido forzosamente, en circunstancias que hasta ahora nos estamos enterando. Nos dijeron que el combate se presentó en la vereda Cuinde del municipio de Cunday, hasta ahora no sabemos más, pero estamos seguros que esto es otro error del Ejército Nacional’, relató Fermín Rodríguez.”

“El 23 de octubre, Fermín Rodríguez hizo fila en la sede de Medicina Legal en Ibagué para que le entregaran el cadáver de su hermano Orlando, desaparecido en agosto de 2007. Diez días antes le habían avisado por teléfono que su hermano había muerto el 10 agosto en combate con el Ejército, en Cunday, Tolima. (…) Era la primera noticia desde julio de 2007, cuando le dijeron que lo habían visto en Neiva, donde trabajó de panadero. Fermín solo sabía que cuando fue despedido del trabajo viajo a Ibagué en busca de empleo. Nada más. ‘Solo hasta ahora descubrimos la verdad —dice. Pero él no era guerrillero y ahora esperamos explicaciones sobre qué pasó, y castigo para los responsables’. Tras un año de figurar como N.N., guerrillero dado de baja, en una fosa de un cementerio de Ibagué, Orlando fue enterrado de nuevo por su familia. (…)"

“CTI avanza en la identificación de 14.466 cadáveres que figuran como N.N.”, Cambio (Bogotá): 20/11/2008
http://www.cambio.com.co/paiscambio/803/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-4675014.html
“Familia de panadero que desapareció hace un año denuncia otro 'falso positivo'”
http://www.eltiempo.com/colombia/tolima/2008-10-16/familia-de-panadero-que-desaparecio-hace-un-ano-denuncia-otro-falso-positivo_4604325-1

Joaquín Castro Vásquez, 27 años, obrero. Secuestrado el 13 de enero de 2008. Asesinado por el Ejército el 15 de enero del 2008



Foto: Semana

“Elvira Vásquez, madre de Joaquín Castro Vásquez, uno de los 19 jóvenes desaparecidos, le narró a SEMANA su tragedia. ‘Me enteré de la muerte de mi hijo el sábado 20 de septiembre porque me llamaron de Medicina Legal. Me dijeron que fuera, que porque había unos N. N. y de pronto mi hijo estaba ahí. Fui y me lo mostraron en Internet, cuando recién lo mataron. Era una foto de la cintura para arriba y yo lo identifiqué. Tenía 28 años y estaba desaparecido desde el domingo 13 de enero. Ese día se encontró con su amigo Elkin Verano Hernández –un muchacho de 25 años– y se tomaron unas cervezas acá en Soacha. Ambos trabajaban en un taller de fundición en Bosa desde hacía ocho meses. Un vecino me contó que los vieron montarse en un carro, pero nadie sabe con quién ni para dónde iban. Ambos desaparecieron. No volví a ver a mi hijo desde ese día. No me llamó, no dejó ninguna razón.’”


“¿Falsos positivos mortales?”, Semana (Bogotá): 27/09/2008
http://www.semana.com/noticias-nacion/falsos-positivos-mortales/115958.aspx

Juan Carlos Patrón Viloria, 20 años. Secuestrado y asesinado por el Ejército, reportado como muerto en combate en junio de 2007


Familiares de los jóvenes de Toluviejo claman justicia al enterrar a sus muertos. Foto: El Universal de Cartegena

“‘Solo en enero supe de él cuando una hermana me dijo que lo habían encontrado muerto’, dijo la compañera sentimental de Juan Patrón Viloria, quien fue muerto al día siguiente de haberse ido en busca de un trabajo con el cual pudiera mantener a sus tres hijos. (…) Según los boletines de prensa de la Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre, los jóvenes murieron en enfrentamientos con sus tropas en zonas rurales de los municipios de Galeras, Sincé y San Benito. ‘Para mí eso es un montaje porque él no era ni guerrillero, ni de las Águilas Negras, ni delincuente’, dijo la compañera de Viloria, una mujer oriunda de La Guajira. ‘La gente dice que eso es un positivo para el presidente Uribe y ellos se los dan a costa de los hijos del pueblo, eso está pasando en todo el país. Se lo llevaron para una finca dizque para pagarle 600 mil pesos y lo mataron’, dijo.”

“Los jóvenes desaparecidos de Toluviejo”, Semana (Bogotá):17/06/2008
http://www.semana.com/noticias-on-line/jovenes-desaparecidos-toluviejo/112779.aspx
“Casos de Toluviejo (Sucre) y Sahagún (Córdoba) motivaron salida de 13 militares de la FTC de Sucre”, El Tiempo (Bogotá): nov. 2008http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/casos-de-toluviejo-sucre-y-sahagun-cordoba-motivaron-salida-de-13-militares-de-la-ftc-de-sucre_4669767-1

Miller Andrés Blandón, 25 años, artista callejero. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 17 de Julio de 2008

“De un día para otro, al muchacho que se ganaba la vida como estatua viviente en un parque de Neiva el Ejército lo hizo aparecer como un guerrillero muerto en combate. Nadie ha salido del asombro en esta ciudad al sur de Colombia. (…) En Neiva, cubierto de blanco de la cabeza a los pies, Miller Andrés Blandón acudía al Parque Cívico a ganarse la vida como estatua humana. Hacía poco había salido de un centro de desintoxicación de drogas y convertido la Casa de Apoyo al Habitante de la Calle en su refugio, dice el coordinador del programa, Antonio Torres. El 17 de julio, Blandón acudió allí a comer. Cuando los indigentes terminaron, llegaron dos hombres en una moto y les ofrecieron trabajo como recolectores de café. Sólo tres de ellos se creyeron el cuento y se fueron dizque a coger café. (…) Al día siguiente, las noticias del mediodía dijeron que tres guerrilleros habían caído en combate en las selváticas montañas de los Andes del municipio de San José de Isnos. (…) Al atardecer, uno de los miembros de la fiscalía que hizo el levantamiento de los cadáveres encontró en la cartera de una de las víctimas su documento de identidad: Miller Andrés Blandón, y apuntado un número de móvil. Llamó, y la segunda esposa de su abuelo, Silvia Segura, negó que ese muchacho de 24 años fuera guerrillero. (…) Los otros dos indigentes siguen enterrados como no identificados. Igual que en muchos de los casos investigados en 14 departamentos, ya que se buscan personas que no sean de la región, las secuestran, las trasladan lejos de su zona y luego el Ejército las registra como guerrilleros caídos en combate para evitar que alguien las reclame.”

WINSTON MANRIQUE, “Uribe tropieza con la guerra sucia”, El País (Madrid): 17/11/2008
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Uribe/tropieza/guerra/sucia/elpepiint/20081117elpepiint_1/Tes#despiece1

Robeiro Valencia, 16 años. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate en agosto de 2007

Foto: The Washington Post

"Todo lo que Cruz Elena González vio cuando los soldados pasaron cerca de su casa fue un cadáver envuelto y atado con una correa a una mula. Un guerrillero muerto en combate, susurró uno de los soldados, mientras pasaban frente a su hogar en un pueblo del noroeste colombiano. (…) Ella pronto se enteró de que el cuerpo pertenecía a su hijo de 16 años, Robeiro Valencia, y que los soldados lo habían clasificado como guerrillero muerto en combate, una acusación desacreditada más adelante por el órgano de derechos humanos del gobierno local. ‘Imagínese lo que sentía cuando mi otro hijo me dijo que era Robeiro’, dijo González al contar de nuevo la matanza de agosto. ‘Él era mi muchacho.'”
“Colombian Troops Kill Farmers, Pass Off Bodies as Rebels',” Juan Forero, The Washington Post, March 30, 2008.
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/03/29/AR2008032901118.html

John Albert Lizcano. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 15 de febrero de 2008


Según sus familiares, John Albert Lizcano prestó servicio militar con honores en el Batallón Magdalena, el mismo que le dio muerte. Foto: La Nación (Neiva)

Habitante de la calle
Secuestrado el 11 de febrero de 2008
Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 15 de febrero de 2008

“Tropas del Batallón Magdalena del Ejército Nacional, ejecutaron a Juan Perdomo Claros y a John Albert Lizcano, dos indigentes de la ciudad de Neiva que habían desaparecido el 11 de febrero de 2008, a quienes el Ejército presentó ante los medios de comunicación como dos integrantes de las FARC-EP muertos en combate. Los hechos ocurrieron en zona rural del municipio de Suaza, en límites con el departamento del Caquetá. (…) Doña Alba Luz Cedeño (…) pensaba que John Albert Lizcano, su hijo de 27 años y quien estaba ‘llevado por las drogas’, estaba en la Casa del Habitante de la Calle en Neiva en tratamiento. Sin embargo, el joven murió en la vereda Las Palmas del municipio de Suaza en manos de tropas del Batallón Magdalena, que argumentan que no acató el llamado de los uniformados y disparó contra ellos. Según sus familiares, John Albert Lizcano prestó servicio militar con honores en el Batallón Magdalena, el mismo que le dio muerte.”
Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos y Violencia, I INFORME DE EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES 2007-2008
http://www.dhcolombia.info/IMG/pdf/I_INFORME_EJECUCIONES_EXTRAJUDICIALES_HUILA_OBSURDH.pdf
“Extraña muerte de indigentes”, La Nación (Neiva): 5/10/2008
http://www.lanacion.com.co/index.php?content=243&id=5578

Érika Viviana Castañeda, 13 años. Deisy Johana Carmona Usme, 14 años. Asesinadas por el Ejército el 10 de marzo de 2002


Los militares presentan a sus víctimas como guerrilleros. Foto: Cambio

“EL DOMINGO 10 DE MARZO de 2002, oficiales de la IV Brigada del Ejército escogieron un escenario poco usual para presentar ante un grupo de periodistas un balance de sus operaciones en materia de orden público: el solar del asilo de ancianos de San Rafael, un pueblo del oriente antioqueño. Allí pusieron en fila cinco camillas con cinco cadáveres cubiertos con sábanas. A su lado, en un mesón de madera había cables y dispositivos metálicos usados en la fabricación de explosivos. (…) Según el parte oficial, los cadáveres eran de guerrilleros de las Farc muertos en combate (…) Salvo los dolientes de los muertos, todo el mundo se tragó entera la versión militar. Familiares de Érika Viviana Castañeda y Deisy Johana Carmona Usme, de 13 y 14 años, y estudiantes del Liceo San Rafael, pusieron el grito en el cielo porque las dos menores fueron presentadas entre los supuestos guerrilleros abatidos. Sus compañeros de colegio, comerciantes y habitantes de San Rafael organizaron una protesta para rechazar lo que consideraban una gran injusticia. (…) Tanto la fiscal como el entonces Alcalde, Édgar Eladio Giraldo Morales, las otras autoridades y la dirección del Hospital, reconocieron como única autoridad en esas diligencias al entonces comandante de la IV Brigada, general Mario Montoya. Según un registro del hospital, el General llamó la noche del sábado 9 para pedir que, por ningún motivo, entregaran los cadáveres a alguien distinto de la autoridad militar, y anunció que al día siguiente él mismo, o alguien de su entera confianza, iría a San Rafael para ponerse al frente del caso. (…) En efecto, el domingo 10 aterrizó en San Rafael un helicóptero de la IV Brigada con el general Leonardo Gallego a bordo. Pese a que Gallego era el comandante de la Policía de Medellín y de su área Metropolitana, sin jurisdicción sobre San Rafael u otro municipio, nadie pareció sorprenderse. Según el expediente abierto en el Tribunal Contencioso Administrativo de Antioquia, el General se presentó en el hospital para ordenar el traslado los cinco cadáveres hasta el asilo, donde los habrían vestido con uniformes de campaña.”

“Ex paramilitar compromete al Ejército en muerte de cinco personas presentadas como guerrilleros”, Cambio (Bogotá): 13/02/2008.
http://www.cambio.com.co/paiscambio/763/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-3957336.html
FOR and Amnesty International, Assisting Units that Commit Extrajudicial Killings: A Call to Investigate US Military Policy toward Colombia. April 9 2008.
http://www.forcolombia.org/sites/www.forcolombia.org/files/AIFORrptApr08.pdf

lunes, 24 de noviembre de 2008

Jonathan Meza Badillo, 16 años, niño con capacidades diferentes. Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 1 de sep. de 2008

Jonathan Meza Badillo, 16 años, niño con capacidades diferentes
Secuestrado el 30 de agosto de 2008
Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 1 de septiembre de 2008

“Esta vez, el muerto fue Jonathan Meza Badillo, un joven de 16 años que, al igual que Luis Enrique Devia, presentaba una discapacidad mental. ‘A mi muchacho me lo desaparecieron el sábado 30 de agosto. Él era un niño especial, todo el mundo lo quería, con todos hablaba, caminaba por las calles y bailaba, pero no le hacía daño a nadie’, dice su madre, Teresa Badillo. Durante tres días, doña Teresa ignoró el paradero de su hijo menor, hasta que fue a la Personería, donde una funcionaria recibió su declaración y la ayudó a ‘empapelar’ el pueblo con fotos de Jonathan. El 10 de septiembre, a las 6:00 p.m., doña Teresa supo que el cuerpo de su hijo se encontraba en Ocaña.(…) Al día siguiente partió con una de sus hijas a reconocer el cadáver de su ‘niño especial’. Según cuenta doña Teresa, a ellas les informaron que Jonathan había muerto en combate y que su cuerpo había sido hallado el primero de septiembre en una vereda de Ábrego, municipio de Norte de Santander, localizado a 20 minutos de Ocaña. ‘Yo pedí el resumen de la Fiscalía, pero no me lo quisieron dar. A la larga, sólo sé que él me dijo que iba al parque y que lo tuve que recoger en una morgue’, expresa con dolor doña Teresa, quien afirma que en esta región, que comprende los municipios de Aguachica, Gamarra y Ocaña, como el caso de sus hijos hay muchos más. ‘Ojalá más gente se atreva a denunciar”, agregó.’”

“Brigada 30 del Ejército, en el ojo del huracán. Una brigada con antecedentes”, El Espectador (Bogotá): 25/09/2008
http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso-una-brigada-antecedentes

José Fabio Rodríguez Benavides, 23 años, soldado del Ejército de Colombia. Asesinado por el Ejército el 24 de marzo de 2008

José Fabio Rodríguez Benavides, 23 años, soldado del Ejército de Colombia
Asesinado por el Ejército y reportado como muerto en combate el 24 de marzo de 2008

“EL SEPULTURERO comenzó a cavar en una tumba del cementerio de Granada, Meta. A su lado, dos mujeres esperaban la exhumación del cuerpo de un hombre que, tres días antes, había enterrado por solicitud de unos soldados de la Brigada Móvil 12 del Ejército. Le dijeron que era un guerrillero dado de baja cuya identidad desconocían. (…) Las mujeres esperaban ansiosas a que el sepulturero terminara su trabajo. De pronto vieron el cuerpo: "Es él", dijeron al unísono. No era un N.N., tampoco había sido guerrillero y tenía identidad y profesión conocidas. Se llamaba José Fabio Rodríguez Benavides, 23 años, y había pertenecido a la Brigada de Selva 26, del Batallón de Infantería 50, con sede en Leticia, Amazonas. Por cuenta de una lesión en la pierna izquierda acudía todos los meses a la Dirección de Sanidad Militar en Bogotá para recibir tratamiento. Esto fue lo que contaron las dos mujeres, su hermana y su madre Raquel Benavides” (…) En la zona la gente siente miedo y por eso no denuncia y guarda silencio. Pero ella decidió hablar, quiere que se haga justicia con su hijo y que el Ejército le explique por qué lo mostraron como un guerrillero muerto en combate. "No entiendo por qué lo mataron y luego lo vistieron de guerrillero -dice-. Hasta antes de morir, José estaba convencido de que se recuperaría y volvería a las Fuerzas Militares. Ahora me dan la espalda, no responden por él... Siento impotencia, tenemos miedo". (…) Nadie, salvo su familia, parece interesado en el caso de José Rodríguez Benavides. Su madre, que ya consiguió abogado, dice que en Granada hasta las mismas autoridades tienen miedo. "Como mamá no me puedo quedar callada, esperé mucho para pedir ayuda y solo quiero la verdad", dice, y agrega que pidió protección para ella y su familia.”

“Falsos guerrilleros”, Cambio (Bogotá): 2/11/2008
http://www.cambio.com.co/paiscambio/742/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-3729231.html

Declaración del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado en Colombia a los medios de comunicación y la opinión pública de México

«No somos guerrilleros, no representamos a la guerrilla ni a ningún grupo armado legal e ilegal, nadie nos representa, solo nos mueve el dolor, la rabia y la burla de los criminales que disfrutan de sus premios a costa de la tragedia de nuestras familias» Declaración de un grupo de 60 familiares de 50 víctimas de ejecuciones extrajudiciales en el departamento del Meta, Colombia, concentrados frente a la Fiscalía General de la Nación en Bogotá el 13 de noviembre de 2008.



Foto: Semana

Acción de denuncia y resistencia en el Ángel de la Independencia
Ciudad de México, 28 de noviembre de 2008.
12 horas.

Hoy participamos en la jornada mundial convocada por personalidades públicas, organizaciones civiles y medios de comunicación en Colombia, para rechazar de manera categórica el secuestro. Nos unimos también para rechazar la desaparición forzada de personas y toda clase crímenes contra la población civil cometidos por el Estado en nuestro país. Son hechos que ocurren en el contexto de un conflicto político, social y armado. A todos los desaparecidos y a todos los secuestrados, hermanas y hermanos nuestros, les queremos en casa, vivos, libres y en paz.
Desde México, en nuestra calidad de víctimas y personas solidarias con la causa de las víctimas de crímenes cometidos por el Estado en Colombia, enviamos un saludo fraternal a las miles de familias y organizaciones sociales colombianas que han sufrido el dolor de la desaparición forzada y el secuestro. También a las miles de familias y organizaciones sociales víctimas de secuestros y asesinatos cometidos por las Fuerzas Militares y clasificados de manera falsa como guerrilleros o delincuentes, los acompañamos en su exigencia de conocer la verdad y procesar y condenar a todos los responsables de estos crímenes contra la humanidad.
Para todas y todos, nuestros afectos, nuestro cariño.
El Estado tiene una responsabilidad directa por la violación sistemática de los Derechos Humanos en Colombia, en el marco de la Constitución y del derecho internacional, pero existen prácticas violentas contra la población civil que son éticamente censurables vengan de donde vengan. En el sentido más humano, la comprensión del sufrimiento de otras víctimas nos llena de valor y nos confiere el poder para exigir el reconocimiento social de las víctimas de los crímenes de Estado, reclamar la igualdad de nuestros derechos ante la ley y demandar respeto por las organizaciones y los dirigentes que nos representan.
Sin embargo, después de un año de movilizaciones ciudadanas contra el secuestro, nuestra demanda de un reconocimiento claro e inequívoco del drama humanitario de millones de colombianos sigue sin ser escuchada. Es inaceptable que los poderes públicos encargados de garantizar el Estado Social de Derecho desplacen de sus tierras, coarten las libertades de asociación y conciencia, priven de la libertad sin orden judicial, afecten la integridad física y le quiten la vida a nuestros seres queridos, y que en Colombia exista un sistema político y jurídico que garantice la impunidad de los responsables de estas violaciones graves a los Derechos Humanos y oculte la responsabilidad del Estado frente a estos. Por ejemplo, la nueva ley de víctimas ha cambiado la noción de crímenes de Estado por la de “crímenes de agentes estatales” negando la ejecución sistemática de crímenes cometidos por el Estado.
Pero además resulta inexcusable que parte de la sociedad colombiana, en especial los gremios económicos, las clases medias urbanas y algunos medios de comunicación, sigan justificando/legitimando en nombre de “la guerra contra el terrorismo” y de la “seguridad democrática” crímenes horrendos contra nosotros y contra nuestras organizaciones políticas y sociales. Todos los días estudiantes, defensores de los derechos humanos, sindicalistas, indígenas y campesinos son tildados como guerrilleros y delincuentes por manifestar en público su oposición e inconformidad con el régimen político, económico y social, y muchos de ellos son amenazados, desplazados, torturados, desaparecidos o asesinados.
Por eso hoy denunciamos la fragilidad de la memoria y la tolerancia de esta parte de la sociedad colombiana con las violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el Estado. Es fácil señalar a los más débiles y guardar silencio frente a la opresión y las injusticias de los poderosos. Es el caso del silencio de muchos colombianos y colombianas frente a los civiles secuestrados y asesinados por las Fuerzas Militares. Son miles de personas inocentes, cuyos cuerpos fueron manipulados y clasificadas como guerrilleros o delincuentes, por quienes el Estado pagó dinero o concedió prebendas a los asesinos. “La gente dice que eso es un positivo para el presidente Uribe y ellos se lo dan a costa de los hijos del pueblo, eso está pasando en todo el país”. Lo dice la madre de uno de los jóvenes asesinados en la Costa Atlántica colombiana en septiembre de 2007. ¿Dónde están las manos solidarias con las familias que en todos los rincones de Colombia claman por verdad y justicia? Reclamamos una visión crítica y amplia de la historia y del presente, abogamos por una visión que incluya las distintas realidades.
No son casos aislados. Existe un patrón sistemático de violación de los Derechos Humanos contra la población civil que debe ser juzgado como un crimen contra la humanidad. Hay cientos de testimonios publicados de los familiares de hombres y mujeres, niños y niñas, estudiantes, comerciantes, sindicalistas, campesinos, artistas, mendigos, personas con capacidades diferentes, incluso soldados que fueron secuestrados y asesinados por las Fuerzas Militares de Colombia para presentarlos como muertos en combate. ¿Dónde están las voces ciudadanas para exigir al gobierno que diga ya la verdad y juzgue a los responsables?
Nosotros, hoy, en el Ángel de la Independencia de Ciudad de México, nos manifestamos de manera pública y pacífica en nombre de la vida, la alegría, la justicia y la libertad, contra la intolerancia, el militarismo y el autoritarismo que nos gobierna. “Aquí hay un pueblo digno” para rechazar el proyecto de muerte y cambiarlo por un proyecto de vida, “para que haya buena cosecha, para que haya un futuro bueno para Colombia”, como lo señalan las palabras que caminaron hasta aquí desde la Minga Indígena y Popular, reunida el 20 de noviembre de 2008 en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
¡Verdad, Justicia y Reparación integral!
Ciudad de México, 28 de noviembre de 2008

domingo, 9 de noviembre de 2008

Uribe en México: lo que no contaron los medios

El 8 de noviembre de 2008, el embajadore y el presidente renovaron sus promesas de lealtad e impunidad


Los medios de comunicación colombianos reportaron ayer las palabras del presidente Álvaro Uribe en el consejo comunal realizado en la ciudad de México, considerando como parte de la estrategia de la FARC las acusaciones contra el embajador de Colombia en esta ciudad, Luis Camilo Osorio. A su vez, el embajador rechazó de plano cualquier relación con los paramilitares. Esta fue parte de la respuesta a una pregunta que le formulé al presidente en el consejo comunitario, sobre las graves implicaciones que tiene para el servicio diplomático, las relaciones internacionales y la seguridad nacional del Estado colombiano, el nombramiento en cargos diplomáticos de personas con serias acusaciones ante la justicia. En los medios apareció publicado lo que dijo el presidente pero no cuál fue la pregunta que le formulé, de manera que me permito informar lo siguiente:
1. Frente al presidente pregunté por los casos de personas en cargos diplomáticos cuya presunta implicación con organizaciones criminales ha puesto en riesgo la imagen internacional y la seguridad nacional de Colombia: Salvador Arana en la embajada de Chile; Jorge Noguera en el consulado de Milán, Juan José Chaux en la embajada de República Dominicana y Luis Camilo Osorio en la embajada de México. En todos los casos se trata de personas acusadas por la presunta infiltración del narcotráfico y el paramilitarismo en el Estado, incursas en procesos penales adelantados por la justicia colombiana. De hecho, los procesos Salvador Arana, Jorge Noguera y Luis Camilo Osorio están relacionados entre sí.
2. Luis Camilo Osorio goza de la plena presunción de inocencia pero es investigado por numerosos delitos, cuyo denominador común es haber empleado el poder del Estado y la confianza ciudadana en la justicia, al servicio de organizaciones y personas que trafican cocaína y cometen violaciones graves a los derechos humanos. Las denuncias sobre estos hechos que han llegado a México son de amplio conocimiento público, han sido difundidas a través de medios electrónicos serios como El Tiempo, El Espectador, Semana, Cambio, Proceso y Milenio, W Radio, y no por canales clandestinos, páginas WEB radicales o instrucciones secretas de grupos guerrilleros.

El Embajador de Colombia en México, vergüuenza para los colombianos en México
3. En enero de 2008 Semana.com publicó un video con la declaración de Rafael García, ex jefe de informática del DAS y confeso paramilitar, en que afirma que Osorio permitió acceso al DAS de los programas de interceptación de comunicaciones de la fiscalía —la totalidad del proyecto Esperanza— y que esa información llegó a manos de las "autodefensas". Se trata de información muy sensible para la seguridad nacional de Colombia y para los proyectos de cooperación en la lucha contra el narcotráfico adelantados en conjunto entre Colombia, México y Estados Unidos. Ese video fue retirado de la WEB, de Youtube y SemanaTV, al parecer porque es parte de un proceso judicial.
4. En respuesta a mi pregunta, el presidente y el embajador afirmaron que existía un cartel de testigos falsos y un plan fraguado por las Farc para desacreditarlos. Sin embargo, muchos de los testigos que han declarado contra Osorio —y cuyos testimonios directos conocemos a través de la W Radio y El Espectador— no son personas incursas en delitos que busquen beneficios de reducción de penas por su confesión. Son fiscales de la República, funcionarios que realizaban investigaciones sensibles sobre Derechos Humanos y que el ex-fiscal Osorio retiro en ejercicio de sus facultades discrecionales. Una de las testigos contra Osorio es en la actualidad juez de la República: Marcela Roldán. También han presentado testimonios en los medios de comunicación los ex-fiscales Elcida Molina Méndez, Luis Augusto Sepúlveda, Pedro Díaz Romero, Alfredo Márquez, y Amelia Pérez Parra (Ver lista de artículos, videos y audios).
5. En los últimos meses el presidente ha dicho que cohonestan con terroristas la honorable Corte Suprema de Justicia, Human Right Watch y Amnistía Internacional, el Polo Democrático y el partido Liberal, los estudiantes universitarios, los sindicatos de corteros de caña del Valle del Cauca y al movimiento de los indígenas en el suroccidente del país. Esto fue lo mismo que el presidente dijo en Estados Unidos hace un mes sobre el general —hoy retirado— Mario Montoya, como respuesta al artículo de Washington Post en que un ex-militar, testigo protegido de la Fiscalía, afirmó que Montoya le había entregado armas e información para los paramilitares. Lo mismo había dicho cada vez que la comunidad de los derechos humanos en Colombia, Estados Unidos y en Europa reclamaba por el carácter recurrente de los asesinatos fuera de combate cometidos por efectivos del Ejército, los ahora reconocidos por la opinión pública como "falsos positivos".

Con la mano en el corazón ¿Están diciendo la verdad?
6. Muchas personas en el consejo comunitario (empresarios, estudiantes, trabajadores) expresaron su preocupación sobre la imagen de Colombia en el exterior. Y muchos aplaudieron y apoyaron las palabras del presidente Uribe y el embajador Osorio, y afirmaron que la presencia del embajador no afectaba la imagen de Colombia en México. Yo no estoy de acuerdo. Y hay muchos ciudadanos colombianos aquí en México que no están de acuerdo porque la información publicada y conocida es de sobra preocupante. Pensar de otra manera no nos convierte en guerrilleros o en marionetas de los guerrilleros. Los ciudadanos colombianos radicados en el exterior tenemos derecho a exigir al gobierno que el servicio diplomático colombiano esté blindado ante cualquier posible influencia de organizaciones criminales.
Atentamente
Oscar Calvo
9 de noviembre de 2008